Barguil explota en Formigal
La etapa de Formigal en la que ganó Barguil me recordó a la exhibición de Fuente en 1972. Tarangu era sólo un gregario, pero tras la lección que dio en esa ascensión, se consagró, llevándose el triunfo final de aquel año. Hizo una subida espectacular y le metió más de ocho minutos de diferencia al grupo de los favoritos. Y ayer con Barguil sucedió algo parecido. El francés ya ganó en la subida a Castelldefels, pero con su triunfo de ayer se consagró como uno de los ciclistas a tener en cuenta de aquí en adelante. Es la gran promesa del ciclismo francés. Y creo que nuestros vecinos no se equivocarán con él.
Lo visto ayer en Formigal me sorprendió. Barguil era el único corredor que trabajaba en la fuga, porque sabía que si los favoritos les alcanzaban la victoria se la jugaría gente como Purito o Valverde. Él fue quien dio los relevos más largos, el que animaba a sus compañeros a trabajar. Cuando saltó hizo una ascensión increíble, y cuando Urán se le acercaba demostró dos cualidades que deben tener los grandes campeones: inteligencia y sangre fría. Esperó al colombiano, un ciclista mucho más experto que él, cogió oxígeno, se pegó a su rueda y le sobrepasó en el sprint. Barguil, como Tarangu, emergió en la subida a Formigal.