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Carlo Ancelotti y el síndrome del banquillo

Cambio. El nuevo técnico del Madrid se ganó a todos en la gira de Estados Unidos. Educado, afable y dialogante. El relevo perfecto para olvidar el tormentoso pasado. Algo ha cambiado en las últimas semanas. La salida de Özil y el debate de la portería no son los únicos asuntos que lo demuestran. En pretemporada tenía claro el once titular. Ahí estaba Özil como imprescindible. Eso lo saben los jugadores y no entienden que permitiera su traspaso. Tampoco se explican que el canterano Carvajal haya desaparecido de las alineaciones. Únicamente se ha mostrado firme en la defensa de Khedira. Le considera el jugador ideal para ocupar la parte inferior del rombo del centro del campo. Pero lo peor de todo es que con el arranque de la competición, Carlo se ha encerrado en una especie de caparazón y ahora el diálogo ya no fluye.

Del Bosque calla. Una ligera insinuación del seleccionador a Mourinho en una entrevista a Juanma Castaño en Helsinki ha desempolvado la famosa llamada de Casillas a Xavi para arreglar las diferencias entre internacionales madridistas y azulgranas tras las sucesión de clásicos hace dos años y medio. Vicente, sin embargo, calla por modestia lo que él hizo en ese tiempo. Sin su intervención con unos y otros el grupo se hubiera ido al garete, aunque la gloria y el Príncipe de Asturias se lo llevaran los dos capitanes.

Zubi traga. Dijimos hace unas semanas en esta Topera que Zubizarreta pintaba poco en el Barça. La llegada de Martino le arrinconará aún más. Rosell seguirá ocupándose de los grandes fichajes, si es posible en el mercado brasileño, mejor, y el Tata tiene carta libre para permitirse en invierno algún caprichito procedente del fútbol argentino. Ya se lo han dicho. Vamos, que será la pinza perfecta. Y Zubi para las presentaciones.

Casillas espera. Iker no está preocupado por no jugar los tres primeros partidos de Liga, lo está por el caldo de cultivo que se ha creado en torno a su figura en el último año. Sabe que, jugando o sin jugar, será cuestionado. Y así es difícil rendir en el campo. En las últimas semanas, Florentino ha hablado varias veces con él. Le ha tranquilizado y le ha asegurado que es un valor estratégico del club. Desconozco si esos gestos de cariño serán suficientes para que no se plantee seriamente salir del club en el próximo mercado de invierno. No tiene un representante zascandil que filtre ofertas ficticias pero novios no le faltan.