Esperanzado con la carrera de Monza

Aunque mis expectativas para esta temporada de Fórmula 1, lamentablemente, tienen ya tendencia a la baja en lo que a las opciones de Fernando Alonso se refiere, no menos cierto es que, de cuando en cuando, me llegan oleadas de optimismo a las que intento aferrarme como única tabla de salvación para mis esperanzas. La carrera del asturiano en el GP de Bélgica, exprimiendo con maestría todo el rendimiento que el F138 ofrecía, fue una de ellas y me abrió una rendija a la ilusión con vistas al siguiente desafío, el de este fin de semana en el legendario circuito de Monza, en la casa de Ferrari. No es necesario ni siquiera recordar la enorme trascendencia que esta cita tiene para el equipo italiano, así que quiero pensar que tanta motivación añadida pueda servir de algo.

En Maranello han trabajado a marchas forzadas en las últimas semanas preparando el GP de Italia, además de mirando ya al de Singapur como el punto de inflexión definitivo en la evolución de sus monoplazas. Llegan dos carreras en las que será todo o nada. Si Ferrari aprovecha el factor campo en Monza y realmente da un paso adelante en Singapur, todavía habrá opciones para Alonso, siempre desde luego contando con un fallo de Vettel (o su Red Bull) que en buena lógica podría producirse en lo que resta de Mundial. Pero si superados estos compromisos críticos la cosa sigue igual, mejor empezar a pensar ya en 2014, deseando que las nuevas reglas supongan también nuevos tiempos para la Fórmula 1.