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Bale, Cristiano Ronaldo, Özil y España entre libres directos

Próximo capítulo. El Madrid ya tiene sus portadas. Periódicos e informativos deportivos de todo el mundo abrían con la presentación del movimiento en el mercado más importante del verano. Gareth Bale es un gran jugador. 30.000 hinchas dieron fe en el Bernabéu, pero también le dejaron algo claro a Florentino: “Özil no se vende”. El alemán es ahora jugador del Arsenal y Arbeloa y Ramos también han mostrado su desacuerdo con su salida. Y eso es más llamativo: dos veteranos, dos titulares, se pronuncian contra la gestión. Un Mesut tal vez poco combativo, que se plegó ante la perspectiva del banquillo, pero también un Mesut creativo, que le viene al estilo del Arsenal como anillo al dedo. Ahora, qué cosas, que Wenger no tenía carencias en el centro del campo. Ahora, que lo que urgía era un 9.

Puntería. Bale estuvo atinado. El nuevo 11 del Madrid alabó y señaló a Cristiano como “el mejor del mundo”. También Neymar lo hizo con Messi. Y no sólo por “quedar bien” sino porque los dos nuevos tienen aún mucho que demostrar para poder restarle protagonismo a la dupla top del fútbol mundial. Pero, eso sí, en el Madrid donde debería abrirse un debate es en el lanzamiento de faltas. Ancelotti debería intervenir para decidir quién las tira. Cristiano, diestro, y Bale, zurdo, forman un tándem perfecto para repartirse ocasiones, perfilarse, desorientar al portero y sacar más partido de esas jugadas teniendo en cuenta la potencia en el disparo de ambos. Y es que Carlo debería mirar las cifras: en los dos últimos años Cristiano, en más de cien lanzamientos, sólo envió el balón entre los tres palos un 20% de las veces y, de esas, sólo un 25% fue gol.

Camino a Brasil. Sin entender aún por qué la selección campeona no está clasificada directamente para defender el título mundial, pero sin mucho que hacer al respecto, España debe apuntalar su clasificación y espantar el fantasma de la repesca el viernes ante Finlandia. Mixu Paatelainen, el seleccionador finés, lo tiene claro: ceder la posesión, orden atrás y a correr cuando recuperan el balón. Pasanen y Moisander son los dos centrales de Finlandia. Veteranos, organizan atrás. Ellos ponen también el peligro a balón parado. Teemu Pukki, al que veremos en la Champions en el Celtic, se encarga de la definición de las contras. Y así nos jugará Finlandia. Al contragolpe. Como nos juegan todos.