El año pasado, a estas alturas de la Vuelta, Purito sacaba 33 segundos a Froome, 40 a Contador y 50 a Valverde. Los cuatro primeros habían dejado claro que la Vuelta era cosa suya. Habían cruzado primeros, aunque en distinto orden, las metas de Arrate, Jaca y la Gallina; en la de Valdezcaray sólo faltó Valverde, rezagado por una caída. Estábamos ante la que se calificó la quizá mejor Vuelta de la historia. La lucha fue colosal. Acabó cayendo Froome, pero Contador, Valverde y Purito pelearon cada segundo de las bonificaciones. La Vuelta de este año se programó para que los corredores pudieran repetir parecidas batallas. Ya ha habido tres llegadas en alto y se ha pasado por el Muro de Ézaro. Mas aún la carrera no se ha roto.

A Valverde y a Purito se les vio luchando por las bonificaciones en el alto de Lobeira, pero nada más. Nibali está ahí, mas no sabemos si para ganar la Vuelta o preparar el Mundial. Dani Moreno y Roche comienzan a entablar duelos cada vez que la carretera se empina. Konig, Pinot y Basso también aparecen en las cuestas; hasta Horner. Ante la falta de unos líderes claros tendrán que venir las cimas monumentales para clarificar la clasificación. Una pista: Dani Moreno es quien más ventaja está obteniendo en las etapas con subidas. En ellas ha sacado 2 segundos a Roche, 22 a Basso, 24 a Konig, 28 a Purito y Valverde, 32 a Pinot, 37 a Horner, 38 a Nibali, 40 a Zubeldia, Urán y Majka... Y no busquen mucho más. Ahí tiene que estar la cosa.