El Mundial se ha puesto cuesta arriba

No me extraña nada la cara que se le quedó a Alonso después de la carrera. Era difícil distinguir si estaba contento o mosqueado. En el podio mezclaba algún gesto de satisfacción, los menos, con un semblante muy serio. Imagino que esa pequeña sonrisa era por la gran carrera que había realizado. Magistral. Una salida espeluznante, aderezada con varios adelantamientos geniales, merecían ese guiño. Los tics de contrariedad supongo que venían por los 46 puntos que Vettel y Red Bull le sacan ahora. O por el sábado desastroso que a la par protagonizaron Ferrari y él. En la F-1 quien se equivoca la paga..

El Mundial se ha puesto muy cuesta arriba. Demasiado. Da la impresión de que Ferrari ha echado el resto, que no se rinden y que en Monza van a dejarse el cuerpo y el alma. Es de agradecer, pero frente a ellos se encuentra un equipo que en apariencia, con la mitad de esfuerzo, logra mucho más. Es como ver una carrera de un trotón contra un purasangre. Con el mismo esfuerzo, uno avanza muchísimo más que el otro. Y si encima el trotón sale siete puestos más atrás, por muy bueno que sea el jinete, lo normal es que te saquen los colores y diecisiete segundos. Esperemos que para Italia el trotón vuelva a galopar.