Seis meses después de la derrota madridista en Los Cármenes muchas cosas han cambiado. De entrada, apenas un jugador repetirá en el once local aunque sigue Lucas Alcaraz en el banquillo, mientras Ancelotti afronta su primera salida en Liga. Mourinho explicó tras aquel 1-0 que su equipo había jugado horrible para justificar la quinta derrota liguera. Diego López fue el portero titular, recién fichado del Sevilla y con Casillas lesionado. Lo que entonces parecía una solución de emergencia se ha convertido en un quebradero de cabeza para Iker y un desasosiego para Diego. De las palabras de Ancelotti ayer no se puede deducir quién va a jugar. A qué punto habremos llegado cuando al propio Casillas le sorprendería ser titular. Mourinho lanzó el cebo y Ancelotti se lo ha tragado. Aún está a tiempo de arreglarlo.

Claro que hablando de cuentas pendientes no digamos la que afronta Cristiano, que se marcó en propia puerta el único gol del partido. El primero y el único de la temporada. Como ayer decía Alcaraz en AS una "anécdota" en el impresionante año del portugués. Con Bale en el horizonte, seguro que el equipo blanco querrá resarcirse con las incondicionales peñas madridistas de Granada.