Verano y Twitter, un cóctel peligroso que magnifica noticias

Serpientes y termómetros. Verano ha sido tradicionalmente una mala estación para las noticias. En todos los ámbitos, pero especialmente en el deporte. Una vez acabado el Tour o el Mundial de turno, agosto se vislumbraba como un páramo a cruzar en los medios informativos. Para remediarlo, los medios generalistas tiraban de videos de playas, de los peligros de las mayonesas y de conexiones con Córdoba, donde un esforzado becario posando ante un termómetro desbocado a los 41 grados informaba a España que en verano hace calor. En deportes, existían las llamadas serpientes de verano, temas normalmente relativos a rumores de fichajes que se alargaban innecesariamente. Pero eran explosiones controladas. No había Twitter.

Llegaron las Redes. En eso, apareció Twitter en nuestras vidas y los rumores fueron como el virus de los chimpancés en Estallido. No los para nadie. Ni el adelanto del inicio de la Liga a agosto ha servido para que amaine el temporal. El fichaje de Bale, el no fichaje de Cesc, que el Barça se planteara contratar a Iker o la anemia de Neymar son noticias que una vez finiquitadas en las redacciones se resisten a morir en las Redes. Siempre hay un nuevo matiz al que asirse, aunque los protagonistas las hayan dado por cerradas.

Píxel a píxel. La competencia entre medios en busca de la exclusiva definitiva produce además un efecto de aluvión que se magnífica en las redes. Vivimos una era en la que todo se analiza al milímetro, píxel a píxel, y así se empieza a sospechar de un gesto de Godín mientras Messi se tocaba la pierna del que nadie se había percatado. Una cosa es el trabajo de desmenuce de imágenes, totalmente legítimo, y otra la ola expansiva que genera.

La tertulia. Y que conste que el debate es una de las gracias del fútbol. Pero no confundamos noticias con serpientes de verano.