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Me sorprendió el Málaga el pasado sábado en Mestalla ante el Valencia. Rigor táctico, trabajo, toque, velocidad en muchos momentos. Un equipo bien posicionado, pero le faltó poder ofensivo. Tuvo alguna ocasión, sobre todo en acciones de estrategia, pero no marcó. Le hacen falta varios jugadores, un delantero de forma excepcional, que ofrezca la posibilidad de 15 o 20 goles, que será lo que marque la diferencia en esta Liga.

El tiempo se va acabando y las gestiones no cristalizan. Son muchos los jugadores con los que está negociando, pero los precios son, por el momento, inaccesibles para la economía actual del club de Martiricos. En esa elección no se puede fallar. El 2 de septiembre está próximo. Hay que confiar en el ojo de Vicente Casado, Espárraga y Bernd Schuster. El Málaga es un sentimiento. Volveré.