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¡Viva Málaga! Hay jugadores que han costado 30 millones y han pasado con mucha pena y poca gloria (Coentrao, sin ir más lejos). Y hay otros con el mismo precio que en sólo 90 minutos han dejado claro que su precio acabará en la frontera de la ganga y el chollo. Isco ha hechizado al Bernabéu con su descaro, su porte, su calidad en el pase entre líneas, sus amagues en seco, su finura en la elección y su imaginación. Y encima, cuando los nubarrones se cernían sobre La Castellana amenazando con otro gatillazo en un arranque liguero (¿recuerdan el Valencia?), emergió el 23 (¡el número de Michael Jordan!) en el cielo de Madrid poniendo su amueblada cabeza para conectar un testarazo imperial. Esta jugada la vi muchas veces de niño. Juanito se perfilaba, colgaba al área y emergía Charly Santillana para empotrar al portero de turno. Esta vez la conexión la hizo Marcelo, un polvorilla que se pasó toda la segunda parte buscando vías de agua en la disciplinada defensa bética. En la noche en la que los postes privaron a Cristiano de su cita fiel con el gol, llegó esta joya de Arroyo de la Miel para poner el estadio patas arriba. Isco es el sexto malagueño que marca en Liga con el Madrid tras Pineda, Salguero, Aragón, Hierro y el mítico Juanito. Cuánto bueno llega de esa bendita tierra. Isco es la sonrisa del nuevo Madrid de Ancelotti. Ha nacido el MADRIDISCO.  

'Boltiano' Cedrick. El congoleño habrá provocado a estas horas que Enrique Cerezo y Manolete estén buscando al lumbreras de la cantera del Atleti que dejó escapar a este primo africano de Usain Bolt. El chaval se comió literalmente a Marcelo, Sergio y Carvajal (¡ánimo, Dani!) en su debut en Primera. Cada vez que cogía la pelota me bajaba un sudor frío por el cogote, producto del calor sofocante que había en la cabina de la Ser y de la velocidad del rayo de este jugador supersónico. De sus botas y de la sabia batuta de Verdú llegaron las ocasiones clamorosas de Jorge Molina y el gol que les hacía justicia. Pepe Mel es un entrenador a tener en cuenta. Conocimiento, tablas y propuesta ambiciosa. Siempre sale a ganar. Si encima se llamase Melotti, sería la leche.  

No hay debate. Iker se quedó en el banquillo, pero me resisto a entrar en el debate porque estoy seguro de que Ancelotti no lo dejó en el banquillo por una cuestión extrafutbolística. Cree que Diego López ha hecho más méritos en pretemporada (AS ya les informó ayer de esa posibilidad) y apostó por el gallego. Y Diego paró muy bien. Yo soy muy de Iker, pero Diego también está trabajando de cine. El Madrid debe estar por encima de estos debates. Y más si sólo es una cuestión futbolística. Ahora, sí.

Karim, ojito. El gesto despectivo de Benzema a la grada en su cambio no me gustó nada. El Bernabéu, sabio, replicó al grito de "¡Morata, Morata!". El genio debe mostrarse tirándote a por un balón en la línea de gol y no con la afición que lleva cuatro años esperándote con una paciencia digna de un tratado de psicología. Karim, deberías disculparte con la gente...

Afición feliz. Con el gol de Isco me acordé de Darío Toribio, chaval de 24 años que se dejó la vida en un río de Ciudad Rodrigo, tan vikingo como David, del Hogar Social de este maravilloso pueblo salmantino. Y chapeau por Mechir Noredinne, que rompió la hucha del cerdito y vino desde París al Bernabéu para ver a su Madrid. Isco les compensó a todos con creces...