La franja verde es de Primera
Han pasado 24 años desde que el Elche, en 1989, desapareció del mapa de Primera. Ese verano, Arantxa vencía en Roland Garros a Steffi Graf y Perico tiraba en el prólogo el Tour que LeMond ganó a Fignon por sólo ocho segundos. Entre un acontecimiento y otro, los ilicitanos cerraban su penosa andadura en la máxima categoría, batiendo el récord de negativos. Cayó el Muro de Berlín, como el Elche a Segunda. Fue el preludio de la fase más oscura de un club que con Esquitino y Martínez Valero, en los 60, se codeó con los grandes.
Un poco antes, la Cooperativa evitó la desaparición para dar paso a un Elche que fue quinto en la Liga y rozó Europa. Encumbró a Vavá, con 21 años, como goleador de Primera, honor que birló a Aragonés con un tanto en el último minuto ante el Valencia. Y fue finalista de Copa, en 1969. Méritos de un equipo grande en una ciudad humilde, entusiasta y trabajadora, que venera, como en Barcelona, a César por catapultar al equipo de Tercera a Primera. Él hizo campeón al Elche en Segunda, historia que ha repetido Escribá, La franja verde vuelve a ser de Primera, con 23.000 abonados a sus espaldas y una historia a la que no puede fallar.