Márquez parece no tener límites

La victoria de Márquez en Indianápolis ha sido la más inteligente de todas las que ha conseguido esta temporada. El novato ha dado una lección de tranquilidad y saber estar digna de un veterano de guerra. No se ha precipitado nunca, ni ha puesto en riesgo los puntos como en otras carreras. Ha dejado que Lorenzo y Pedrosa tomaran la iniciativa y les ha ido liquidando poco a poco, sin prisas, consciente de que sus presas tenían un punto débil: su forma física. A once vueltas del final ha pasado como una exhalación a Pedrosa y a diez, a Lorenzo. Los tenía a punto y no ha tenido piedad de ellos.

Me da la impresión de que va a ser muy difícil que a Márquez se le escape el título. Muy pocas veces, quizá una o dos, el que lidera el Mundial después de diez carreras lo pierde. Casi tan pocas como que un rookie gane tres carreras seguidas, algo que no sucedía desde 1978 con Kenny Roberts, el mismo que ganó por primera vez un título siendo un debutante. Récords y más récords para un piloto de veinte años que parece que no tiene límites, aunque habrá que ver lo que sucede cuando Lorenzo, con el tan nombrado y renombrado cambio seamless en su Yamaha, y Pedrosa estén a tope. A Marc le queda lo más difícil.