La estrella reluce

Fuera estadísticas. Desayuné ayer leyendo a Míster Chip con sus reveladores registros numéricos. Ningún equipo europeo ganaba en Ecuador desde hacía 28 años (Alemania Oriental en 1985). Tampoco nadie podía presumir de vencer en Guayaquil desde hace 14 años (Perú, 1-2). La Trihabía ganado once de sus últimos doce partidos como local, cediendo sólo un empate ante Argentina. Cuanto más mérito daba mi colega a un hipotético triunfo de España en el Monumental de La Perla del Pacífico, más estaba convencido de que los chicos de Del Bosque iban a destrozar todas esas barreras estadísticas. Una España en Plan Renove, con el debut inicial de Tello (un rayo en mitad del pausado tiqui-taca), el regreso feliz de Negredo, la varita mágica de Cazorlita en ausencia de Xavi y, cómo no, la parada milagrosa de nuestro Iker (su vuelo ante el remate de Quiñónez nos rescató al Santo de siempre). El golpetazo de Maracaná en la Confecup nos ha venido bien. Ya se lo digo yo. Tenemos un año para preparar la revancha ante los Neymarboys. Ese porrazo ante Brasil ha sacudido el orgullo de la vigente Campeona del Mundo. La estrella sigue a buen recaudo. Sudarán sangre para quitárnosla...

El taconazo de España. Negredo se crió en la cantera del Rayo Vallecano, en primera instancia, y en la del Castilla, en segunda. En Almería se hizo hombre y forjó su huella de killer. En el Madrid lo quiso Pellegrini, pero los fuegos artificiales le desterraron en favor de Benzema. Cogió su saco de goles, los subió en el AVE a Sevilla y se hinchó en el Pizjuán. Ahora, el City ha pagado una fortuna por él. Se siente valorado y responde con grandeza. Su pasado madridista le motivó en un estadio que luce en las tribunas el escudo del Barça (de Guayaquil). Su taconazo en el 0-1 fue digno de Di Stéfano o Cristiano. Imperial. Negredo le pondrá las pilas a Villa, Soldado, Torres y Llorente, que también volvió ayer. Será por nueves...

Estrenos felices. Aparte de Tello, también defendieron por primera vez la camiseta sagrada de España Koke e Iñigo Martínez. Una pena que no hubiera más cambios para que hubiéramos visto un poquito de Isco. Un solo minuto del malagueño es mucho. Y también lució Thiago. La Sub-21 garantiza el relevo generacional. Y el hambre. Este equipo no tiene fecha de caducidad. En Ecuador ya lo saben a estas horas. Finlandia, próxima parada. ¡A comérselos!