Yo competí con Yelena
Cuando Yelena Isinbayeva comenzaba yo ya había casi terminado mi carrera como pertiguista. Competí con ella creo recordar que en los Europeos de Múnich 2002 y en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. En la competición es un poco hermética, porque se concentra mucho. Yo he tenido más trato personal con ella fuera de las pistas que dentro. He disfrutado mucho con la final de pértiga de Moscú.
Las cosas han pasado como si se tratase de un perfecto guión cinematográfico: anuncia que es su última prueba, gana en su casa y da una vuelta de honor triunfal e inolvidable. Había preparado muy bien el Mundial. No ha podido con el récord, pero es lo de menos. A Yelena le debemos admiración y agradecimiento, porque dio luz a una prueba como la pértiga femenina, muy poco conocida hasta que ella apareció.