En las motos no hay tallas
Saca Scott Redding a relucir de nuevo el asunto de la corpulencia en las carreras. Creo que se equivoca en el planteamiento, ésa no es la clave del asunto porque las motos, como tantos otros deportes, no son una cuestión de tallas o sí, depende de cómo elijamos analizarlo. Quiero decir que midiendo 1,60 parece difícil triunfar en la NBA o pesando ochenta kilos ser un jockey de prestigio. Cada modalidad tiene sus condicionantes porque el deporte, en definitiva, busca la excelencia del físico y lo adapta a las exigencias que se plantean. Los que decían que Dani Pedrosa tenía ventaja cuando competía en las cilindradas inferiores porque es pequeñín parecieron esfumarse cuando le tocó dominar una poderosa MotoGP con su diminuta complexión
No comparto por eso el límite de peso mínimo para el conjunto que forman la moto y el piloto, como ocurre en Moto2. Creo que sí debe de existir para las máquinas porque es la única forma de evitar una escalada de presupuestos intentando aligerarlas, pero la envergadura del deportista me parece un factor más arbitrario como para acotarlo sin perjudicar a unos en beneficio de otros. Los inconvenientes que Redding sufre ahora en Moto2 es probable que le ayuden cuando llegue a MotoGP y entonces no se quejará. ¿Debería hacerlo Pol Espargaró en ese momento? Pues tampoco. Cuando un piloto decide serlo debe hacerlo asumiendo las características de su físico y confiando en su talento. A un tal Valentino Rossi no le ha ido nada mal así...