Un genio suelto en la madrugada
De madrugada, irrumpió un jugón de barrio con botas. Un crío de 20 años que lleva mucho tiempo avisando. Y el que avisa no es traidor. Jesé Rodríguez, grancanario y digno discípulo de la escuela de genios que dieron en sus playas sus primeras patadas a un balón (Valerón y Silva, sin ir más lejos), nos dejó una jugada que justifica olvidarte de la crisis y pasar por taquilla. Irrumpió por la izquierda, desbordó, pisó el área, hizo un amague, otro, una pausa y ajustó un derechazo seco y raso que no tuvo final feliz porque un tal Howard, portero del correoso Everton, sacó una pierna milagrosa estilo Perramón en sus buenos tiempos. Jesé me recuerda a Morante de la Puebla. Sabes que te puede poner la plaza boca abajo. Si no falla con la espada, dejará faenas para el recuerdo... El 20 del Madrid, hasta ha sido listo eligiendo un número llamativo, va a morder en cada oportunidad que le brinde Ancelotti. El máximo goleador de la historia del Castilla en una temporada (Jesé 22, Buitre 21) ha logrado que el club deseche de momento la intención de buscarle un relevo a Higuaín. Entre que Benzema va a gozar de su quinta oportunidad y que Morata promete con argumentos, el debate del nueve ha quedado zanjado a la espera de que llegue el huracán Bale, otro que te garantiza más allá de la veintena de goles.
Pero el que aquí sigue siendo más fiable cada día es Cristiano. Abrió la lata ante los ingleses y fue el motor de un equipo al que hay que darle tiempo antes de poder ver su verdadera magnitud. Cristiano, el auténtico, único e inimitable, va a seguir dando alas a las ilusiones de una afición que le adora. Renovación, ya. Presidente, ¿a qué esperamos?