Desafortunadas ausencias
La Selección de baloncesto inició su camino hacia el Eurobasket. Echarán de menos nombres importantes. Algunas bajas son de difícil justificación. No son los casos de Pau Gasol y menos aún Navarro, quien jamás ha faltado a una convocatoria, ambos operados al terminar la temporada. Pero sí los de Reyes, Ibaka y Mirotic. Reyes dijo que llevaba muchos veranos sin descansar, aunque ya acumule 41 días de vacaciones, Ibaka lleva 76 días recuperándose de no se sabe qué lesión, además de que a su equipo no le haga gracia cederle, y Mirotic se borró para no descartar la posibilidad de jugar los próximos años con su selección de origen, Montenegro. Son éstos comportamientos que se dan mucho en el baloncesto y que afectan a todas las selecciones.
La cosa cambiaría si en vez de un Europeo se tratara de un Mundial o de unos Juegos. Entonces no hay nadie cansado ni lesionado. Con estas conductas, son los propios jugadores quienes menosprecian y devalúan la competición, el Eurobasket en este caso. Tampoco puede ser casual que los jugadores ausentes suelen ser los mejores. Quienes les sustituyen nunca plantean problemas. Como si éstos no tuvieran derecho a un mayor periodo de descanso, de recuperación, o a evitar conflictos con sus clubes. En todo caso hay un perfil de jugador -tipo Llull- al que no le veo renunciando a la Selección ni para hacer un bolo. Pues con él, Calderón, Ricky, Sergio, Rudy, Marc y demás compañeros, al fin del mundo. Para ellos no hay competiciones menores.