Parece una cuestión de tiempo

Estamos ante una historia conocida. Tomada la decisión de fichar a Bale y sabiendo que el jugador está loco por la música, se trata de ajustar el precio. El problema es que el vendedor es duro de pelar. No hace ni un año lo demostró en la operación de Modric. Entonces aquello no tenía la repercusión mediática de ahora y aún así el croata vio pasar los días con desesperación. El Tottenham se ha empeñado en pelear el liderazgo de la Premier a los tres grandes y vender a Bale supone dar un paso atrás. Pero, como siempre, la opinión del jugador es fundamental.

Y Bale quiere jugar en el Madrid y por tanto a su club sólo le queda ingresar lo máximo posible. De los 100 millones con los que empezamos el verano ya estamos en los 120. Exagerado. También es un exceso la contraoferta del Madrid, que ya pasaría de los 100 kilos. Entre otras cosas porque revolotea lo que se ha pagado por Neymar. Una forma práctica de reducir el precio sería incluir jugadores en la operación. Coentrao es del agrado de Villas-Boas y a Ancelotti no le preocupa que se vaya. Más complicado parece meter en el paquete a Di María. El argentino sí entra en los planes del nuevo cuerpo técnico. Pero si no queda más remedio... Sea como fuere parece que habrá que esperar. No descarten que todo se cierre con la Liga empezada.