Julián Simón se merece otra oportunidad
La valía y el talento de cualquier campeón mundial me parecen incuestionables. Hay que ser muy bueno para alcanzar ese objetivo que todo piloto persigue y Julián Simón lo es. Sin embargo, desde que consiguió su título mundial de 125cc en 2009 y regresó a la clase media no ha levantado cabeza. Ha cambiado de motos y de equipos pero los resultados no terminan de acompañarle y es algo que no logro entender. Es obvio que le falta encontrar el proyecto que le encaje, porque también resulta indiscutible que ir deprisa no se le debe haber olvidado. La rivalidad en Moto2 es tanta que perder unas pocas décimas supone verse relegado a las mazmorras del pelotón, tanto en la calificación como en la carrera. Y creo que a Julito le falta esa pizca de complicidad con su máquina para poder neutralizar tales carencias.
Lamento mucho que esto sea así por dos razones principales, sin contar desde luego que me encanta que a todos los pilotos españoles les vaya bien… La primera es que creo que Simón merece otra oportunidad, contar con lo que necesite para demostrar hasta dónde puede llegar realmente en Moto2, antes que el tren del paso del tiempo y la desidia le arrolle. La segunda, pero no menos importante, que creo que a todos nos alegran los éxitos del toledano porque es un tipo excepcional, una persona honesta, humilde, trabajadora, integra y agradecida, que no siempre ha contado con el mejor de los entornos y jamás ha dicho una palabra más alta que otra. Sólo por esto Julito se hace acreedor del mejor de los deseos de los aficionados. Ojalá llegue ese momento.