Guardiola y Rosell inauguran el cainismo culé versión 2.0
Actualización. Dijo una vez Mourinho que el Barça era un programa que se iba actualizando. El portugués se refería a la forma de juego, pero ayer, con las palabras de Guardiola desde Italia, el sistema culé se actualizó también en su versión de debate social. Desde tiempos inmemoriales, el Barça ha tenido su Talón de Aquiles en los ismos. Estos se expresaron en las gradas de Les Corts entre Kubalistas y Suaristas, y posteriormente en los medios de comunicación y diversos Grupos de Opinión. Ayer, el sistema descargó definitivamente la versión del ismo en las Redes Sociales.
A las trincheras. Desde el minuto uno Twitter se hizo eco de la polémica. El Barça, en contraste con el Madrid, es un club en el que el debate social está muy entrenado. Existe una gimnasia revolucionaria que mantiene a los actores del entorno dispuestos a saltar a la mínima oportunidad. Ayer, la ocasión la pintaban calva. Y claro, las peticiones de dimisión no tardaron en llegar. Ante ese peligro, Florentino está más que cubierto.
Los que se apuntan. La voz cantante, y para mí la más autorizada en todo este debate, la llevaron de entrada los socios de a pie. Gente que expresa su opinión como la siente sin muertos en los armarios. Además, acostumbran a ser los más ocurrentes, y sinceros. A su rueda se sumaron los que tienen cuentas pendientes con la junta actual, que no son pocos. Y así, aparecieron los tweets de Enric Masip, Joan Laporta y de directivos encausados por el caso de los avales. Su opinión, claro está, cuenta mucho, pero la pureza está en el pueblo.
La fuerza del mensaje. La actuación de Guardiola viene a demostrar que la fuerza de un mensaje está en la calidad, no en la cantidad. Florentino Pérez, que lleva un tour de entrevistas que ni los Rolling Stones, no ha logrado (y mira que ha insistido) que su mensaje sobre la renovación de Cristiano sea tan contundente, como el de Pep sobre Sandro. No por mucho insistir te creen más. Hay que elegir el momento.
¿Y la respuesta? Ante tal andanada, la respuesta fue la parálisis. Claro que ayer debía ser el día libre de los comunicadores en el Camp Nou. De hecho, nos enteramos de la cesión de Rafinha al Celta por la cuenta de Twitter del propio jugador.