Los señoritos del basket
Ya estamos como siempre. Se anuncia la Selección de baloncesto, y como no sea para los Juegos Olímpicos siempre encontramos gente que renuncia. Esta vez los casos más clamorosos han sido los de Mirotic e Ibaka, con el agravante de que los nacionalizamos en su día para que jugaran como españoles, y ahora no lo van a hacer. Mirotic tiene una disculpa, porque al fin y al cabo lleva viviendo en España desde hace ocho años, y ha jugado en las selecciones inferiores. No ha dado una explicación clara a su renuncia, pero se supone que no quiere ser jugador de segundo plato. El año pasado se quedó sin ir a los Juegos, porque el elegido fue Ibaka, y supone que siempre que éste quiera ir, él se quedará fuera, pues sólo puede ir un nacionalizado.
El caso de Ibaka es distinto. Se le nacionalizó vía exprés para que jugara con la Selección, y él dice que quiere ir, pero pone como excusa que los médicos le han recomendado descanso. Los descansos de los jugadores de baloncesto son, por cierto, larguísimos. Ibaka lleva 66 días descansando (jugó su último partido el 15 de mayo), y ¡lo que le queda! Pero como llueve sobre mojado, porque todos los veranos estamos con lo mismo, el baloncesto tiene un problema. Es la única Selección donde hay jugadores que quieren descansar (Reyes también lo ha querido). Eso no pasa en el fútbol, en el balonmano, en el voley, en el hockey, en el waterpolo... La sensación es que hay jugadores que juegan cuando quieren, y eso no está bien. Por eso les señalo.