La mutación de Sastre, de gregario a líder

En Ax 3 Domaines, antes conocido como Plateau de Bonascre, ganó en 2003 Carlos Sastre (22 de abril de 1975, Leganés, Madrid; aunque él se considera abulense). Entró en la meta con un chupete en la boca. Se lo había pillado a su primera hija, Claudia, antes de partir para el Tour, para quitarle la manía. Y esa fue la imagen que salió en todas las portadas de los periódicos nacionales y muchos extranjeros. No se me olvida lo que me dijo un amigo: "La foto de su vida, la que colgará en el mejor lugar del salón de su casa y sale con un chupete. ¡Qué patético!".

Mi amigo se equivocó. La foto de su vida se la tomaron cinco años después, en el podio de los Campos Elíseos de París, como ganador del Tour 2008.

Pero aquel triunfo marcó un antes y un después, una mutación de gregario a líder para Sastre, que nunca lo tuvo fácil, quizás por ser el hijo de Víctor Sastre, el hombre que creó la Escuela de El Barraco de la que salieron Chava Jiménez, Mancebo, Lastras, Navas, Curro García, Sanromán...

Carlos, casado con Piedad (la hermana de Chava Jiménez), creció en la cantera del Banesto, pero tuvo que marcharse al enemigo, la ONCE, en 1997 cansado de esperar una oportunidad para pasar a profesional. Allí aguantó hasta 2001, cuando, harto de tener que trabajar siempre para Zülle, Jalabert y otros, se marchó al CSC, del danés Biarne Riis, de donde también tuvo que partir (al Cervelo) cuando ganó el Tour de 2008 por enfrentamiento con los hermanos Schleck. Teoricamente era Frank la baza del equipo, pero Sastre se adelantó atacando en Alpe d'Huez. Y la contrarreloj final le dio la razón. No habría ganado Frank en ningún caso.