Los deberes están hechos
La delegación de Madrid 2020 ha regresado de Lausana con los deberes hechos. Fueron cuatro días de contactos y presentaciones ante el Comité Olímpico Internacional, cuyos miembros no pudieron ocultar sus preferencias hacia la candidatura madrileña. Aseguraría que la incorporación del Príncipe Felipe al equipo de Madrid 2020 resultó decisiva para fortalecer el proyecto. No pasó desapercibida su presencia todos los días, a todas horas y en todos los actos, renunciando a cualquier trato preferente que el protocolo le pudiera otorgar. Mientras duró su estancia en Lausana su comportamiento fue el de un miembro más de la familia olímpica, y su cercanía provocó que a su alrededor siempre se formaran los corrillos más numerosos.
La verdad es que Madrid acudió al ensayo general de la votación para los Juegos de 2020 con todo: el Príncipe Felipe, el presidente del Gobierno, el ministro de Economía... Era un país puesto al servicio de los Juegos, mientras Tokio y Estambul se encontraban representados por sus respectivos viceprimeros ministros, quienes tenían menos que contar y... prometer. Esta vez no se está dando puntada sin hilo, y ahora sólo queda ir cerrando los últimos y discretos contactos para amarrar los cincuenta votos que darían la victoria. África, donde hay doce votos, los Mundiales de natación en Barcelona y los de atletismo en Moscú, son citas obligadas para terminar de amarrarlos. Ya no es Madrid, es España quien quiere los Juegos.