Mejor no ser los favoritos

Londres no era la favorita para organizar los Juegos de 2012, y ganó; Río tampoco lo era para los de 2016, y también ganó. ¿Cómo va a llevarse Madrid los de 2020 si aparece como favorita? Tengo  una teoría. Madrid será la favorita en los medios olímpicos, pero fuera de ese cerrado mundo, formado por los 104 miembros del Comité Olímpico Internacional (COI), más unos pocos miles de personas relacionadas con el ámbito olímpico, Madrid no puede aparecer como la sede ideal para celebrar los Juegos. Las cifras del paro están ahí. Los casos de corrupción, también. La crisis económica y la desconfianza de los mercados es evidente. El presente es el que tenemos, y el mundo nos ve tal y como somos hoy y ahora.

Puestos a comparar, estamos peor que Japón, y algo mejor que Turquía, cuyas revueltas han frenado la política de expansión que había abierto el país a las gentes de cualquier cultura. Estupendo. El sentido común diría que los Juegos tendrían que ser para Tokio. Madrid tiene demasiados inconvenientes. Como los tenía Londres para 2012, porque su candidatura era virtual: sin instalaciones ni mayor experiencia en organizar grandes campeonatos que Wimbledon. Como los tenía Río, con una ciudad contaminada, insegura y atrapada en atascos. Más el COI es capaz de ver más allá de lo que somos capaces el resto de los mortales. Acertó con Londres, ojalá acierte con Río y ahora se dispone a apostar por Madrid. Pues que sea así.