La seguridad es siempre lo prioritario

La polémica de los Pirelli me parece tremendamente compleja. Los observadores nos dedicamos a intentar analizar los datos que nos facilitan las partes, que son los que ellos quieren y seguro que no todos. Creo que sólo los ingenieros del proveedor de neumáticos y quizá también los de los equipos pueden llegar a tener alguna certeza de lo que está ocurriendo. Esto no es una polémica deportiva, es un dilema tecnológico y una cuestión política. Debemos ser, por tanto, prudentes en nuestras apreciaciones, excepto en una evidencia que entiendo no admite discusión: la seguridad es prioritaria en un deporte como el automovilismo. Podemos dedicar horas a debatir sobre lo ocurrido, pero cuando se trata de proteger a los pilotos el asunto debe resolverse de inmediato, buscando las soluciones que garanticen su integridad.

Es por ello que lo ocurrido en Silverstone es una papeleta delicada para la Fórmula 1. Por supuesto para Pirelli pero también para la FIA, los equipos y por supuesto los pilotos. En apenas cuatro días estarán subidos de nuevo en unos monoplazas que se apoyan sobre unos neumáticos que pueden reventar en cualquier instante. ¡Vaya tela! Por eso creo que si el suministrador no se encuentra en disposición de garantizar plenamente la seguridad, el GP de Alemania debería suspenderse. De ellos depende, lo indiscutible es que a nadie debe temblarle el pulso al tomar esta decisión si es necesaria, por mucho que las consecuencias sean también tremendas a todos los niveles. ¿Imaginan que un piloto sufriera un accidente serio a consecuencia de un reventón y teniendo tales antecedentes? Resultaría, obviamente, imperdonable. Así que es tiempo de que cada cual asuma su responsabilidad para actuar con la honestidad que exige la trascendencia de esta crisis.