ASÍ LOS VEMOS: New England Patriots (AFC Este)

Mariano Tovar


Están acabados. La dinastía se desmorona a marchas forzadas. Sus estrellas se lesionan o terminan en la cárcel. Brady ya no es lo que era, Belichick ha perdido su magia. El gran dominador de la NFL durante la última década es una sombra de si mismo y este año, por fin, va a caer a plomo en lo más profundo del infierno. Los Patriots son historia.

¡Y una mierda!

Llevamos diciendo lo mismo desde que perdieron la Super Bowl XLII contra los Giants. Sobre todo porque en el primer partido de la temporada siguiente (2008), Brady se rompió para no regresar en todo el año. Y claro, los Pats quedaron fuera de postemporada… con 11 victorias. Desde entonces 'solo' han ganado 49 partidos de temporada regular (por 15 derrotas), han estado siempre en postemporada, han jugado otra Super Bowl y vienen de disputar la final de Conferencia Americana. Pero claro, están acabados.

Si hacemos caso a los más críticos, durante todos estos años su defensa ha sido un cagarro, su ataque terrestre, inexistente, Brady no ha tenido receptores y además ha sucedido de todo porque han llenado el vestuario de delincuentes y tipos problemáticos, las elecciones del draft han sido un desastre y en la agencia libre se han dedicado a regalar estrellas a sus rivales.

¡¡¡¡No se puede hacer peor!!!!


Una vez enterrada una sardina que además huele a podrido, llegará la cuaresma… para el resto. Vamos, lo de siempre. Porque mientras Belichick siga en la banda, con todas sus cosas buenas y malas, y Brady conduzca el ataque, por mucho que ahora se tire al suelo en cuanto ve una sombra demasiado cerca, esta panda son como los zombies. Si les quieres matar necesitas un disparo certero en la cabeza, que debe ser cercenada de inmediato para evitar resurrecciones incómodas y mordiscos incurables.

Si hay un equipo acostumbrado a sobrevivir en las peores condiciones, esos son los Patriots. Básicamente porque tienen al mando a un tipo que, sin ninguna duda, es el mejor entrenador de los últimos 20 años y, muy probablemente, uno de los mejores de todos los tiempos. Belichick es capaz de sacarse de su chistera (o sudadera), conejos de todos los colores, palomas mensajeras, balones playeros, muñecas andadoras y zapatillas voladoras. Y todo eso sin inmutarse, mientras el resto de la NFL le cataloga de iluminado (que posiblemente lo sea) y de tramposo (que también, y a mucha honra).

Pero fijaos, yo creo que lo de Hernandez puede ser la espoleta que le devuelva a estos Patriots su razón de ser. Este equipo hace tiempo que dejó de ganar anillos. Pero el motivo hay que buscarlo mucho más allá de falta de vestuario, limitaciones en algunas posiciones o errores técnicos. Los Pats no han vuelto a levantar el Lombardi por falta de hambre. Solo hay que recordar la final de conferencia del año pasado, cuando los Ravens fueron a por todas desde la primera hasta la última jugada, mientras los de Boston bajaban los brazos tras la lesión de Talib, pensando lo mismo que los últimos años “bueno, ya ganaremos dentro de doce meses”. Ese ha sido el auténtico drama de unos jugadores que llevan demasiado tiempo saliendo al emparrillado sin ansia, sin ambición. Con la sensación de que son más listos, más guapos y mejores que el resto, y sin darse cuenta de que los títulos se fraguan con dolor ¿recuerdan los Pats lo que era sufrir y dejarse el alma para arrancar una victoria?


Así que un equipo que en sus años dorados era el espíritu de la conjura y la ambición, un grupo de desecho que estaba dispuesto a morir por una idea, se convirtió poco a poco en una banda de mercenarios reunidos en torno a un entrenador genial y un quarterback infalible, con la certeza de que estaban en el lugar perfecto para ganar un anillo. Y claro, fue inevitable que se repitiera el “bueno, ya ganaremos dentro de doce meses” al que me refería antes. Pero yo me pregunto si lo sucedido con Hernandez, y la sensación generalizada de que su tiempo ha pasado, no pueden ser el detonante de una nueva conjura de apestados. Belichick es capaz de sacar ventaja incluso de las mayores desgracias.

Luego está la anécdota Tebow, pero no es algo muy diferente a lo que han hecho los Patriots en los últimos tiempos, cuando se han acostumbrado a pescar desahuciados con pedigrí de la agencia libre. A Belichick no le ha importado cortarles en agosto si no ha encontrado la forma de ubicarles, aunque en otras ocasiones les ha recuperado para la causa, incluso convirtiéndoles en piezas importantes para su equipo.

Y ahora, la valoración línea por línea. La nota será sobre 5. (5=sobresaliente. 4=notable. 3=bien. 2=suficiente. 1=insuficiente. 0=Muy deficiente).


ATAQUE

Quarterback 5. Tom corre cada vez menos riesgos, evita los golpes aunque eso le cueste un drive a su equipo y es cierto que en los últimos tiempos da la impresión de que siente cierto hastío, pero sigue siendo un monstruo imparable cuando empieza a engarzar jugadas drive tras drive, convirtiendo un deporte complejo y enrevesado en el más sencillo del mundo. Brady lleva el football en el alma y le sale sin esfuerzo, sin importar la edad o las ganas. Para mí sigue siendo el mejor. Lo siento, no puedo ser objetivo. Mallett o Tebow son lo de menos. La luz de Tom brilla tanto que impide ver al resto.

Backfield 4. Ridley y Vereen pueden ser suficientes. El primero sumó 1263 yardas en 2012 y los Pats recuperaron con él gran parte del ataque terrestre que llevaba perdido varios años. Echarán de menos a Danny Woodhead, que ha sido el factor más imprevisible de este equipo durante tres años, el hombre de los golpes de efecto. A cambio, Belichick intentará resucitar a un LeGarrette Blount cuyo bajón de rendimiento en los Bucs entre 2010 (1007 yardas en 201 intentos) y 2011 (781 yardas en 184 intentos) le convirtió en un desecho de banquillo en 2012. Lo de Leon Washington parece más dirigido a suplir los retornos de Welker que a otra cosa.

Receptores 0. Danny Amendola y punto. Se han quedado literalmente en porretas. Yo soy de los pocos que piensa que en el cambio de Welker por Amendola han salido ganando si el recién llegado de los Rams deja de lesionarse, pero detrás de él no hay casi nada. En primera ronda del draft pudieron elegir a Cordarrelle Patterson, pero prefirieron negociar con los Vikings para conseguir alguna ronda más y terminaron eligiendo a Aaron Dobson. Solo hay que ver el ojo clínico de Belichick en las elecciones de receptores para sospechar que esa historia puede acabar mal. En cuarta ronda eligieron a Josh Boyce y en la agencia libre ficharon a Donald Jones y Michael Jenkins, que huelen a herederos de Brandon Lloyd para lo malo y para lo peor. Edelman volverá a ser el chico para todo y lo que ha quedado definitivamente enterrado es el festival de doble tight ends. Hernandez está en la cárcel y Gronko convaleciente de una sucesión interminable de lesiones que convierte su futuro en una incógnita. Por ahora deberán conformarse con Jake Ballard y gracias.

Línea 5. Repiten Solder, Mankins, Wendell, Connolly y Vollmer. Una de las mejores líneas ofensivas de la NFL. Falta algo de profundidad en el banquillo tras la marcha de Donald Thomas y el corte de Brian Waters (36 años), pero son un grupo serio, compenetrado y que casi nunca falla.


DEFENSA

Línea 4. Belichick quiere conseguir pass rush a toda costa y por eso ha gastado su primera elección del draft en Jamie Collins, un jugador que sumó 10 sacks en Southern Mississippi en 2012 y que puede jugar de end o de linebacker exterior. Ninkovich y Chandler Jones, los ends titulares el año pasado, sumaron 14 sacks, que no está mal, pero además son jugadores polifacéticos, que también cierran muy bien la carrera lateral. Vince Wilfork es un tackle grandioso y este año tendrá la ayuda de Tommy Kelly, recién llegado de Oakland, que a sus 32 años está entrando en la cuesta abajo, pero cuya agresividad puede encajar muy bien en el sistema de Belichick.

Linebackers 5. Si no fuera por la falta de presión al QB rival, el front seven de los Patriots es muy completo, sobre todo porque sus jugadores son todoterreno, rápidos e inteligentes. Dont’a Hightower, Brandon Spikes y Jerod Mayo forman un tridente infranqueable por tierra y muy inteligente en cobertura. Hightower impresionó en su año de rookie, Mayo volvió a rondar los 150 placajes y Spikes produce un efecto disuasorio solo con su presencia. Definitivamente, el front seven actual de los Pats potencialmente es uno de los mejores que ha tenido este equipo durante la era Belichick.

Secundaria 3. Llegamos al gran talón de Aquiles de este equipo. Brady es capaz de sacar petróleo del peor grupo de receptores de la NFL, pero si la secundaria es quemada una y otra vez, da lo mismo lo que haga el ataque, o lo bueno que sea el front seven, los grandes rivales de enero te van a destrozar. Y eso es exactamente lo que sucedió en la final de conferencia ante los Ravens. Aqib Talib se lesionó y Boldin se puso las botas. En la agencia libre consiguieron retener a Talib; Alfonzo Dennard, que sí me parece un buen segundo cornerback, ha conseguido reducir a un mes la pena de cárcel por asalto en tercer grado; en el draft eligieron a Logan Ryan con una tercera ronda y Dowling y Arrington tienen sus momentos. El problema detrás de Talib, que es un seguro de vida, es la irregularidad del resto, que intercalan buenas actuaciones con intervenciones horribles.

Tras la marcha de Patrick Chung, que acumulaba lesiones de forma interminable, creo que las posiciones de safety han quedado un poco cojas. Devin McCourty me parece un free extraordinario, pero el dueño de strong no está tan claro. Han fichado a Adrian Wilson, que a estas alturas no creo que pueda ser titular. Pienso que el otro Wilson, Tavon, elegido en segunda ronda del draft de 2012, terminará siendo el que se quede con el puesto. Por si acaso, en tercera ronda eligieron a Duron Harmon.


PRONÓSTICO

Estos Patriots, a los que todo el mundo quiere enterrar, están pero que muy vivos. Sus tres Super Bowls llegaron cuando su ataque aéreo no era tan espectacular y cimentaban su éxito en una defensa infranqueable, un sólido ataque terrestre y el ansia de victoria. Curiosamente, ahora que parecen no tener receptores, quizá estén obligados a olvidarse de fuegos artificiales para volver a refugiarse en las trincheras. Y precisamente es ahí donde Belichick sabe sacar todo su genio, ganando los partidos agarrándose al terreno y sin demasiadas florituras. Espero que los Patriots se reinventen para volver a un pasado en el que sí sembraban el terror. Y a partir de ahí, y conociendo a este equipo, saldrán de la nada dos o tres jugadores que rendirán como nadie esperaba y, un año más, quien quiera ganar la Super Bowl tendrá que pasar el peaje de los Pats, los eternos favoritos del siglo XXI por muchas veces que les desahuciemos.

mtovarnfl@yahoo.es / twitter: @mtovarnfl

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