Un gran premio para la historia
No es fácil catalogar la carrera que hemos visto en Assen. Ni ha habido adelantamientos inverosímiles, ni luchas fratricidas, pero les aseguro que este gran premio ya es uno de los mejores de la historia. Nunca había visto nada igual. Tampoco he conocido tanta expectación tras el banderazo. Cada uno de los protagonistas tenía algo que decir o exteriorizar. Empiezo por el quinto, el ganador moral, Jorge Lorenzo. Lo que ha hecho en Holanda es inhumano. He tenido y tengo dudas de que sea correcto dejar correr a un piloto 35 horas después de operarse, pero cuando le he visto llegar a meta me he olvidado de tanto rollo deontológico y he recordado, qué carajo, ¡esto es motociclismo! Desde ahora, Jorge es ciudadano de Esparta con todos los honores.
El cuarto ha sido Pedrosa, el gran derrotado de la jornada. Podría haber salido de Assen con 32 puntos de ventaja y lo hace con 9. Fracaso absoluto, pero ojo, sigue líder del Mundial. El tercero ha sido Crutchlow. No les extrañe que un día le escuchen mandar a tomar viento a Yamaha, es más, creo que debe hacerlo. Estar ahí con una moto no oficial es un milagro. Segundo ha sido Márquez. Tenía un dedo del pie y otro de la mano maltrechos, pero parece que nada le afecta, ni en su rendimiento deportivo, ni en su sonrisa, ni en nada. Es otro inmortal. Y llegamos al vencedor, Rossi. Llevaba 45 carreras sin ganar y muchos creíamos que no lo iba a volver hacer, pero lo hizo. Es eterno. Por cierto, que ilusión me hizo que ganase un italiano...