Javi, Ramos y Piqué, por su altura

Las redes sociales echaron humo cuando Javi Martínez apareció en la prórroga para colocarse como 9. No como 9 falso, sino como 9 de verdad. Soldado, que era el elegido para jugar de titular, le dejó el sitio a Torres. Una inoportuna lesión le sacó del partido. Fernando bregó, y tuvo sus ocasiones. Aguantó firme ante los tres centrales italianos y les trajo en jaque antes de retirarse del campo. Fue entonces cuando apareció Javi Martínez. ¿Y Villa? Pues seguramente Del Bosque tuvo en cuenta que ya estaban sobre el campo Mata e Iniesta, además de Xavi. Y España necesitaba centímetros. En las prórrogas las fuerzas son ya justas, los defensas llegan tarde y las faltas al borde del área se multiplican. En eso fue en lo que pensó Del Bosque, que así podía resolver eso con cuatro rematadores, altos y potentes, como Javi, Ramos, Piqué y Busquets.

En verdad el invento no lo fue tanto. En ocasiones de apuro parecidas, por ejemplo en el partido ante Portugal en el Mundial 2010, Del Bosque buscó remedios similares. Entonces el que jugó fue Fernando Llorente. Pero como ahora no está aquí el seleccionador metió a Javi Martínez, igual de grande e igual de potente, para que hiciera esa función. Son futbolistas con características muy distintas, pero con un físico similar. En las prórrogas se busca más lo físico que lo técnico. Ahí podemos tener una explicación. Por lo demás, los jugadores de ambas selecciones acabaron al borde de la deshidratación. Jugar a las cuatro de la tarde en la costa en Brasil es un riesgo. La FIFA debe tenerlo en cuenta para el Mundial. Aunque programar los partidos para más tarde, para las ocho de la noche, sea menos rentable para las televisiones y las audiencias.