El mejor y el más inteligente
La victoria de Perico Delgado en el Tour 1988 fue muy importante para el ciclismo español. Bahamontes ganó en 1959 y Ocaña en 1973, pero a partir de entonces pasamos unos años en que no hubo buen relevo generacional y siempre pasábamos desapercibidos en el Tour. Con Arroyo y Delgado volvimos a ser protagonistas y finalmente Perico culminó con una victoria que venía rondando, pues ya el año pasado estuvo a punto de conseguirlo frente al irlandés Roche. Tras aquella victoria el ciclismo español pocas veces ha faltado en el podio de París. Y fue Delgado quien abrió la lata.
Yo viví aquel Tour como director del Teka y puedo asegurar que fue una victoria bien merecida. No estaba Fignon, ni Lemond y Perico era sin duda el mejor de aquella carrera y además, el más inteligente. Fue ganando tiempo sobre sus rivales en las llegadas en alto y sentenció venciendo una dura contrarreloj en los Alpes. Fue una carrera muy bonita, que pudo quedar empañada cuando a Delgado le detectaron aquel enmascarante en un control. Hubiera sido injusto que le descalificaran, pues el producto no está en la lista prohibida de la UCI.