España hace pequeños a sus rivales
No es cuestión de ir de sobrados porque en esto de ganar y ganar y volver a ganar somos unos recién llegados. Pero el siempre esperado fútbol africano que lleva décadas amenazando con conquistar el balompié mundial, representado hoy por Nigeria, impone el respeto que hay que tener siempre a los rivales, pero ningún miedo. La forma de jugar de España empequeñece a todos sus rivales. Lo hizo en la final de la Eurocopa 2012 ante Italia y lo hace en casi todos sus partidos. No es cuestión del porcentaje de posesión, se trata de la manera que tienen de ir como lobos a recuperar el balón cuando lo pierden, eso que siempre ha tenido La Roja. Esa presión que luego la hizo parecida el Barça de Guardiola, pero que el de Tito ha hecho menos. Ante Uruguay les asfixiaron en su área y no les daban ni un segundo de tregua. Cavani y Luis Suárez no la cogían ni con un lazo.
Pues hoy los nigerianos lo pasarán igual de mal. Quizá costará más entrar porque ponen tres centrocampistas muy fuertes en el medio. Pero con el dibujo de Del Bosque, que ha recolocado a Cesc arrancando desde la izquierda en una decisión táctica similar a la que tomó con Zidane en el Madrid, y con esa presión asfixiante, los españoles vengarán a sus compañeros de Selección que cayeron en el Mundial 98 ante Nigeria. La foto de Zubizarreta tumbado en el césped aún se recuerda. Aquella era otra España. Tenía mucho potencial pero aún no se había aproximado a los que ganan. Ni había encontrado su forma de jugar.