Campeones jugando 40 minutos

Miami campeón de la NBA. Por tercera vez y segunda consecutiva. Se miran las estadísticas de la final y aparecen LeBron James con 45 minutos, Chalmers con 40, Wade con 39. Eso en el equipo ganador. Los jugadores de San Antonio no se quedaron atrás en cuanto a minutos jugados: Leonard aparece con 45, Duncan con 43, Green y Parker con 36, Ginóbili con 35... Esto reabre el tema de las rotaciones, cuestión que debatimos con Laso y Reyes cuando el jueves nos visitaron con el trofeo de Liga. Laso, socarrón, me veía anclado en el pasado. Defendía las rotaciones como una necesidad de mantener la intensidad del juego, asunto que apoyaba Reyes, aunque todo jugador, cuando se retira, comienza a cuestionarlas.

Creo que el debate sigue ahí. Porque no creo que la NBA practique un baloncesto del pasado, ni que la intensidad de su juego sea inferior a la nuestra. Se hace difícil de entender que LeBron James pueda jugar 43 minutos de media en los siete partidos de la final, y Llull, que es un portento físico, se quede en 29 en sus cinco partidos ante el Barcelona. Tras él, Rudy (27 minutos cuando en la NBA superaba los 30 sin problema), Reyes (22) y Mirotic (21) como los únicos jugadores del Madrid en actuar más de medio tiempo. Las rotaciones, desde luego, serán necesarias, pero que aquí se abusa de ellas en pro de la gestión de equipo y los roles, es un hecho. Expresiones de moda que están por encima del talento; ése es precisamente el debate.