El problema de Honda no es tan "bendito"

El problema de Honda no es tan "bendito"

Considera Livio Suppo, el primer gran jefe del equipo Repsol Honda que no tiene los ojos rasgados, que la lucha interna entre sus dos pilotos de MotoGP es un “bendito problema”. Es una forma de verlo, desde luego, aunque yo no tengo tan claro que sea así. Evidentemente se refiere al lujazo que supone reunir el talento descomunal que aportan Dani Pedrosa y Marc Márquez, una pareja de ensueño pero que también sintetizan a la perfección aquello tan recurrente de los dos gallos en el mismo gallinero. El caso me recuerda, salvando las distancias, a lo ocurrido en McLaren con Fernando Alonso y Lewis Hamilton en 2007; Ron Dennis, el mandamás de la escudería británica de Fórmula 1, sabía también del potencial del debutante aunque sin llegar a imaginarse en un principio que sería capaz de poner en tantos apuros al que había llegado a Woking como estrella consagrada. Y ya sabemos todos cómo acabó la cosa…

Lo que quiero decir es que la gestión de estos conflictos debe ser la apropiada para evitar males mayores. El problema es que no es nada sencillo acertar y en ocasiones tal enfrentamiento puede volverse en contra del propio equipo. Hasta que no exista un favorito más claro al título en ese box de Honda, si es que en algún momento lo hay, nadie podrá establecer una jerarquía entre Pedrosa y Márquez. Y mientras que ocurre, el devenir de los acontecimientos es impredecible entre dos personalidades tan ambiciosas como las de estos chicos. No digo yo que deban imponerse órdenes de equipo… ni todo lo contrario. Sólo advierto de una tormenta que se encuentra en su génesis y que quizá pudiera llegar a beneficiar al mismísimo Jorge Lorenzo. Y es que el mallorquín, me da la impresión, no tiene al enemigo en casa.

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