Los playoff por el título de la Liga de baloncesto se trasladan esta noche a Barcelona. Hace tres días, a falta de cuarenta segundos para el final del segundo partido, el Madrid tenía muchas posibilidades de salir campeón de Barcelona. Pero en esos cuarenta segundos cometió dos errores descomunales que le costaron el partido. Uno en defensa y otro en ataque. El Madrid quedó en evidencia. Ahora está metido en un lío, porque puede volver de Barcelona derrotado y humillado. También es verdad que puede volver campeón, pero al Madrid no se le ve ahora mismo fortaleza como para ello. Fortaleza, y alguna cosa más. Tácticamente, Xavi Pascual se está comiendo a Laso. Moralmente, el Barcelona se ha venido arriba.

Algo sucede en el Madrid cuando desperdicia sus salidas fulgurantes. Pasó en la final de la Euroliga, cuando en el primer cuarto ganaba 27-10, pasó el domingo cuando el primer cuarto acabó 21-14, y hasta pasó el martes cuando metió de salida 8-0. Ese cinco que sale como un tiro siempre es el mismo: Llull, Suárez, Rudy, Mirotic y Begic. Juega con una energía desbordante, defiende a sangre y fuego y propicia los contraataques. Luego Suárez no vuelve a salir y Begic lo hace intermitentemente. Ese Madrid ya no vuelve a ser el mismo. Como no le entren los triples, cede terreno y en los momentos decisivos corre como pollo sin cabeza. Eso tiene que crear dudas, y ése es el lío del Madrid. No gana el Barcelona, pierde el Madrid. Veremos hoy.