Nadal es el mejor embajador

Nadal lleva ganando torneos desde el año 2004. Suman 57. Imagínese una línea que parte desde Europa hacia Japón, pasando por los Emiratos Árabes y China, desciende hasta Australia, gira a Sudamérica y sube hasta Canadá. Pues en ese recorrido que dura ya diez años, Nadal ha hecho sonar el himno español 57 veces. A mayor número de victorias, mayor admiración. Eso quiere decir que cada vez más gente quiere verle, fotografiarle, hablarle, tocarle. Difícil decir el nombre de un español más popular que él. La popularidad de nuestros futbolistas puede estar a su altura, pero no son Cristiano ni Messi. Gasol tampoco es el mejor del mundo, y de Alonso se sabe cuando gana, lo cual ha sucedido 25 veces menos que Nadal.

Nadal ha conseguido una admiración, un cariño y un reconocimiento fuera de lo normal. En España, por supuesto; fuera, también. Ahora mismo no hay un español universal como él. La implantación del tenis es enorme, y la ATP ha logrado una gran estabilidad y prestigio en su calendario. Los jugadores se quejan de la dureza del circuito, que les obliga a viajar durante once meses por cuatro continentes, pero a cambio los mejores tenistas han alcanzado una fama y unos ingresos monumentales, acordes con su notoriedad y valía. Nadal pasea por el mundo la marca España, y bien orgullosos estamos de que nos represente. Simboliza la imagen del esfuerzo y la moderación. Así hasta los franceses se le han entregado.