Un ganador, un ejemplo

Me viene a la memoria una conversación de hace tiempo con Josu Urrutia sobre nuestro personaje de hoy. Compartían habitación y había que echarse la siesta antes de un partido crucial. El hoy presidente no podía pegar ojo y allí tenía a Etxebe tan campante. "Tranquilo Josu, meto un par de golitos y a otra cosa", le dijo convencido el de Elgoibar. Y más o menos se cumplió. Era y es un ganador, un optimista. Por ello, tenerle en Lezama de formador es una gran idea. Habla y no para del buen futuro que nos espera, del equipo que va a quedar el próximo año, de apellidos de chavales que ya suenan a los seguidores de la cantera. Es un fanfarrón bien amueblado. Pasó de llamarse el Potro de Elgoibar a El Gallo. He aquí la razón.

Hablamos de un bilbaino más. "No sólo me he integrado con el club, los dirigentes, los compañeros. Me ha llenado la forma de entender la vida aquí. Todo nace del orgullo de la gente por la ciudad, su equipo y sus jugadores. Este club y esta ciudad están hechos a la medida", desgrana emocionado en su antepenúltima visita al viejo San Mamés, en el que tantas y tantas veces marcó gol, se tapó la cara con la camiseta y levantó el puño señalando a sus padres, los que más sufrieron en sus carnes su controvertida fuga de la Real. Jugó su última temporada gratis en el Athletic y jamás se fue de aquí pese a que Barcelona, Real Madrid y Bayern llamaron a su puerta. Y no nació en Lezama. Se puede mirar al espejo y verse león para siempre.