Hembery intenta justificar lo injustificable

Paul Hembery, máximo responsable de competición de Pirelli, ha salido a la palestra para intentar justificar lo injustificable. Muchas están siendo las críticas hacia su determinación de modificar los compuestos a partir del GP de Canadá (desde los equipos a la Prensa, pasando por los aficionados) y sus últimas declaraciones apuntan a la independencia de una decisión que puede dar un giro radical al desarrollo del Mundial. Era obvio que Pirelli no iba admitir las presiones de algunas escuderías y menos aún que haya cedido a ellas, pero lo más preocupante es que tampoco ofrece argumentos solventes que lo justifique. Por una parte, mantienen que no es una cuestión de seguridad, que garantizan con los compuestos que se han utilizado en las cinco primeras carreras del año.

Por otra parte, Hembery parece dar a entender que la cosa tampoco es tan grave para nadie. Dice que Ferrari y Lotus están encantados con estos neumáticos y nos recuerda que Red Bull figura al frente de las clasificaciones de pilotos y constructores. ¿Cuál es el problema entonces? Admiten que quizá han sido demasiado agresivos en sus planteamientos y que por este motivo van a modificar su estrategia, la que presentaron a los equipos para que desarrollaran sus monoplazas de cara a 2013. La clave es que eso no es suficiente, no sirve admitir el error y poner patas arribas el campeonato. El jefe de Pirelli confiesa que no se puede contentar a todos, entonces ¿para qué cambiar? ¿Para satisfacer a unos en lugar de a otros? Vamos a esperar para saber qué ocurre con los nuevos neumáticos, pero si Red Bull recupera la hegemonía que ha perdido en este arranque de temporada, el escándalo será mayúsculo.