Alonso, Nadal... y el baloncesto

Hacía seis años que Alonso y Nadal no compartían victoria el mismo día. Fue el 22 de julio de 2007, cuando Alonso ganó en Nurburgring y, horas después, Nadal en Stuttgart. Aquella doble victoria en Alemania se ha trasladado a España. Alonso gana en Montmeló y Nadal, en Madrid. Éste, a Wawrinka, precisamente el mismo rival a quien derrotara en la final de Stuttgart. Con Alonso la coincidencia no es la misma, pero casi. Cuando venció en Nurburgring fue seguido por Massa, quien ayer acabó tercero después de haber sido segundo durante algunas vueltas. Ganar en la Fórmula 1 y en el tenis no es cuestión baladí, porque se trata de deportes de relieve mundial; que ganaran simultáneamente multiplica el valor de la marca España. Gracias a los dos.

A ambos no se les pudo unir el Madrid de baloncesto, si bien este deporte, a nivel de clubes europeos, interesa menos en medio mundo. Hasta TVE consideró la final de segundo plato; la emitió por Teledeporte para no sufrir una pérdida de audiencia en La 1. Puede que fuera una equivocación, pero también merece una reflexión por parte del baloncesto. Reflexión que no hace, porque tampoco es capaz de admitir que hace cosas muy raras. El entendido estará encantado de que Laso cambiara a sus jugadores tras un inicio fantástico, mas para el aficionado resulta incomprensible. Así, el 27-10 del primer cuarto se convirtió en un 61-90 en los tres cuartos siguientes. Por lo visto, los jugadores no aguantan más de 30 minutos. En la NBA, por cierto, sí.