Gran guión sin rematar
El Madrid empezó escribiendo el guión perfecto, el que todos soñábamos, pero no pudo rematarlo con un final como el que acostumbra a protagonizar esta temporada. El equipo está habituado a los vaivenes por los que discurrió el choque, pero el último cuarto no supo gestionarlo con la eficacia habitual. Comenzó muy brillante, pero los árbitros metieron en la pelea al Olympiacos y lo que era un partido de baloncesto ortodoxo se convirtió en un partido de baloncesto de contacto. Y en ese proceloso terreno los griegos tienen mucha mas ventaja.
A todos los madridistas nos hubiera gustado terminar con la victoria, pero a pesar de todo hay que felicitar a los jugadores, al cuerpo técnico y a los responsables de la sección por el progreso del equipo en las últimas temporadas. Y en concreto por llegar hasta la final de la Euroliga y disputarla sin rendirse hasta el final. Hay mimbres para volver a la Final Four y ganarla.