Plaza Mayor
Adiós, maestro
Gloria a Ferguson, mito del fútbol, leyenda del United, entrenador totémico. Magnífico personaje, sí señor. Pero seamos serios: si dejas a Mourinho 27 años en el Madrid gana lo mismo y además cambia el trazado de la M-30, prohíbe el cocido, inaugura el AVE a Setúbal, organiza los Juegos (de invierno) y cambia la estatua de Felipe II por una suya encima de Callejón. Casi que da pena que se vaya. Fergie, digo.
Billete o estampita
A cinco días de la final de Copa, el Atlético sigue disimulando. Ayer perdió contra un Barça con diez y sin Messi, con acrobático gol en propia puerta de Gabi. La estrategia de Simeone está clara: hacer que el Madrid se confíe. Y de momento, el plan surte efecto: el Madrid está confiadísimo. Y el Canillas, también.
Alirón culé
El Barcelona conquistó durante el fin de semana su 22ª Liga, hecho destacable si recordamos que Mou acaba de romper su hegemonía. Las adversidades que ha debido superar el Barça han sido muchas y conocidas (Calippo, Alexis, Bar Refaeli...). Añadan el ninguneo a Tello y comprenderán por qué el campeón terminará con sólo una decena de puntos de ventaja sobre el justiciero hegemónico.
Porvenir con cresta
Los proyectos de futuro de Real Madrid y Barcelona dependen de un muchacho de 21 años que cambia con la misma facilidad de peinado que de opinión: Neymar. Emisarios de ambos clubes se reúnen en Santos en busca de su fichaje. La negociación es feroz: mientras los enviados doblan contratos y primas, el jugador sólo pregunta si las primas tienen amigas. Simpático muchacho.
Mancini Superstar
Después de arruinar al jeque del Manchester City, Mancini hará lo propio con el millonario ruso del Mónaco, señor Rybolovlev ("rublos por las orejas"). El ambicioso proyecto del humorista italiano es gastar 800 millones de euros para ganar una Copa de Francia y dos festivales del Circo del Montecarlo. Todo eso en tres años, quizá cuatro, tal vez cinco. Tampoco es cuestión de meterle prisa.
Alonso y Pelayo
Totalmente confirmado: Fernando Alonso es descendiente de Don Pelayo. Ayer ganó el G. P. de España en el circuito de Cataluña, fue aclamado por el público, paseó la bandera tricolor y sólo le regañó la FIA (los pilotos tienen prohibido hablar por el móvil y tender la ropa). En dos horas hizo más por el buen rollo que bastantes políticos en 38 años. Dicho sea sin ánimo de escrachear.
Madrid, Madrid
Rotundo éxito del torneo de tenis de Madrid. Ganó Serena, venció Rafa, la arcilla recuperó su color natural y en los palcos VIP se organizaron interesantes jornadas sobre el Real Madrid y la monarquía. La Caja Mágica lució espléndida y a partir de hoy hará honor a su nombre: desaparecerá hasta el próximo año. Merecemos los Juegos, sin duda. Los de prestidigitación, al menos.
Ni Décima ni novena
El Madrid de baloncesto perdió la final de la Copa de Europa por culpa de un tal Spanoulis, un señor de barba que se ríe menos que Mou. Lo que más duele a los madridistas (dentro del dolor general) es que el Olympiacos viste como el Atlético y en esta semana cualquier cosa es un augurio. Los rojiblancos, por si acaso, no se afeitarán hasta el sábado.
La frase