El Madrid le debe una final a Reyes
A los dos minutos y medio del último cuarto, Ingles anotó un triple que ponía al Barcelona 61-52 por delante. Un triple que daba alas a los azulgrana, porque volaban con un parcial de 10-4. La cosa se ponía grave para el Madrid. Carroll seguía con cero puntos; Rudy se había estancado en los 6 desde ni se sabía cuándo; Llull no estaba; de Mirotic no había noticias. Entonces Reyes se hizo presente. Reyes iba a poner al Madrid en la final. Con sus rebotes y sus puntos. Nada menos que 12 de los 17 con que el Madrid machacó al Barcelona en cinco minutos y medio. Asistido por Sergio Rodríguez, firmó una actuación soberbia. Con él, volvió el juego interior al Madrid, y se convirtió en la referencia del equipo cuando más lo necesitaba.
¿Quién se lo iba a decir cuando nunca lo ha tenido fácil en el Madrid? Mil y una veces ha sido dado por acabado, y ahora, a sus 33 años, el Madrid le debe una final, y quién sabe si gracias a ella un título. En sus ocho temporadas en el Madrid siempre le han buscado más que un compañero, alguien que le relevara. Ninguno lo ha conseguido. Y no será por falta de aspirantes: Varda, Sinanovic, Moiso, Sekulic, Papadopoulos, Hamilton, Massey, Van den Spiegel, Lavrinovic, D'Or Fischer, Hettsheimer... A todos ha sobrevivido y superado. Laso le ha dado el protagonismo que otros le negaron. Especialmente Messina. Mientras éste se lame las heridas, Reyes se ha convertido en un héroe. El baloncesto ha hecho justicia. Es de los jugadores.