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Le toca decidir a Florentino

El tema es sencillo. Mourinho está realizando el análisis habitual que se hace en los despachos de los clubes a finales de temporada. Pero, como sabe que no se le va a hacer mucho caso, entre otras cosas, porque tiene la batalla de la opinión pública perdida, ha decidido explicar sus conclusiones a su manera. Olviden por un momento sus formas, que a veces le pierden: escuche lo que dice. Y lo que dice son verdades (sus verdades, su análisis) dolorosas algunas, pero, al fin y al cabo, son las explicaciones que da a los resultados deportivos del equipo. No quiere ser el presidente del Madrid, ni manejar el club, solamente ganar la Décima. Y para ello hay que tomar decisiones drásticas, afirma. Su estudio de la situación del conjunto blanco (eso que llama "problemas estructurales") se beneficia tanto de sus experiencias anteriores en clubes de varios tamaños e historia, y con los que ha ganado cosas importantes (Oporto, Chelsea e Inter), como de los años que lleva en el Madrid. El club, pues, está siendo desmenuzado por un entrenador ganador que lleva ya tres años aquí. Si quieren, lo escuchan y actúan con consecuencia; si no, se irá. Quizá solo se sabrá en dos o tres años si sus conclusiones son acertadas: si el Madrid sigue estancado en las semifinales, habrá que decir que tenía razón. Si progresa, será justo afirmar que el portugués no manejó bien lo que tenía entre manos. Pero la valentía está en tener la visión necesaria ahora para saber si los ojos de Mourinho ven bien lo que está pasando o no. Le toca decidir a Florentino Pérez.

Ése es el papel del entrenador? En el Chelsea se debate que cuando Mourinho llegue (nadie en el club cree que no vaya a fichar) se discuta el rol del portugués. ¿Ganar? ¿Crear una filosofía? ¿Hacer cantera? ¿Conseguir que su mandato sea longevo? ¿Impedir que cree un grupo de gladiadores que acaben creyéndose más grandes que el club? Al final esa reflexión del Chelsea es la misma que podría hacer el Madrid ahora que Mourinho acaba de lanzar un órdago. ¿Queremos un entrenador que marque una filosofía deportiva? ¿O queremos un tío que gane partidos? Básicamente Mourinho se está postulando como lo primero y el Madrid tendrá que decidir si ese espacio enorme que ha creado Mourinho para un entrenador lo mantiene intacto e incluso lo agranda o si lo devuelve al tamaño de la era pre-Mourinho.