La única Copa de Europa de esta semana pasó inadvertida

Recuerdos de Londres. El verano pasado vibramos con los Juegos Olímpicos. Y como siempre, más esta vez a causa del impacto de las redes sociales, se elevó la queja de “es injusto que a estos deportistas sólo se les haga caso cada cuatro años”. Todo el mundo hizo propósito de enmienda. Especialmente, hacia el deporte femenino, salvavidas del olimpismo español. Palabras vacías.

Décima o Segunda. Se ha dado la mala suerte de que en la semana que el Madrid iba a ponerse a las puertas de la Décima y el Barça a las de la Quinta, un equipo casi clandestino ha ganado la Segunda. Las chicas del C.N. Sabadell, que forman la base de la Selección española medalla de plata en Londres, ganaron en Hungría la Champions de Waterpolo al derrotar a las rusas del Kinef Kirishi por 13-11. Es lógico que no se enteraran. Ninguna cadena se dignó a retransmitir sus partidos y los que durante los Juegos reivindicaban mayor seguimiento a los deportes minoritarios, callaron pendientes de lo que pasaba en el Bernabéu o en el Camp Nou. Cómo se nota que durante los Juegos el fútbol no es lo más importante.

Se lo curran.Gracias a las nuevas tecnologías, pudimos ver por internet la gesta del C.N.Sabadell y luego, mediante Twitter podías hablar con las protagonistas. Jennifer, Laura, Mati, Maica y las demás estaban tan felices, que a falta de entrevistas tuiteaban con todos. Estas no sólo se lo curran en el agua... ni cada cuatro años.

Gastando energía. Mientras tanto, en el polo mediático del deporte, todos gastábamos energías inútiles pensando en remontadas soñadas que cuando no se concretaban provocaban una explosión de bilis, ironía y frustración que se expandió por la red. Puede que los alemanes hayan dejado claro que juegan mejor a fútbol, pero nadie hace chistes con Photoshop más rápido que los españoles. La capacidad de triturar al vecino a modo express del internauta ibérico a base de montajes fotográficos, chascarrillos, insultos y PowerPoint ya quisieran tenerla en el Pentágono en situaciones de crisis.

La venganza. En estas situaciones, a veces uno se excede. Que se lo pregunten a @EdiTubau, olímpico de hockey, quien en su Twitter masacró a Cesc. Nunca salió en el diarios por su deporte, salió por ser culé cabreado.