La reacción de Dani Sordo empieza a ser urgente

No es momento de hacer leña del árbol caído. Bastante tendrá ya Dani Sordo con la decepción de ver arruinadas sus opciones en el Rally de Argentina a las primeras de cambio. Además, en esta ocasión por un error que parece no ha sido suyo, las notas del copiloto le han traicionado y ante eso casi siempre poco se puede hacer, por muchas manos que tenga el que las lleva en el volante. No quiero referirme a este hecho puntual, sino reflexionar sobre la necesidad urgente en un cambio en la tendencia del cántabro en esta segunda etapa con Citroën. Porque para mí más importantes que los puntos y los podios, que desde luego lo son, figuran las sensaciones que un deportista deja al afrontar sus desafíos. Y en ese sentido albergo dudas, creo que razonables, sobre el potencial de Dani…

No pretendo valorar ahora que Sordo lleve ya más de cien carreras del Mundial sin ganar ninguna de ellas. Encuentro más preocupante que de ese centenar, escasas hayan sido las ocasiones en las que hayamos pensado que realmente el triunfo estaba a su alcance. Los rallys son una disciplina muy compleja y condicionada por numerosos factores que a menudo escapan al control del piloto, así que podría aceptar que esas victorias se esfumaran por cualquiera de ellos. Pero lo que necesitamos es creer en el piloto, confiar en que de verdad puede ganar, verle en la lucha en cada rally… y cruzar los dedos para que finalmente llegue un éxito que tanto necesita la disciplina en nuestro país. Insisto así en que su reacción es apremiante, las pruebas del Mundial se suceden y ese gran resultado que prometió no termina de producirse… ni siquiera de acercarse (los dos rallys que ha acabado hasta ahora lo ha hecho lejos de la cabeza). Quizá sea más una cuestión de fortuna que de talento, pero ésa es una circunstancia que no se refleja en el palmarés de un piloto.