Partiendo de que jugar en alguna competición europea es mejor que no hacerlo, máxime en un club como el Sevilla, vayamos a lo serio. Y lo serio en el Sevilla no es saber si podrá jugar o no la próxima Europa League. Lo importante es ver cómo se empieza a dibujar el próximo Sevilla, tras dos años de fracasos y una caída que se extiende más allá en el tiempo. Que ha habido fallos en las últimas planificaciones, empezando por la pieza clave del entrenador, es una obviedad que Del Nido y Monchi saben. Si se va a enmendar o no en el próximo verano es una duda que nadie despeja, pues la experiencia de la 2011-12 parece no haber servido de nada en la 2012-13 que está a punto de acabar: se volvió a fallar en el técnico y en no tapar todas las vías de agua existentes.

Arreglar, en la medida de lo posible, todos los desajustes existentes en el equipo es lo verdaderamente importante. El examen que tiene la dirección deportiva es duro. A la hora de vender no se ha perdido ni un ápice de tino. Negredo, Fazio, Kondogbia  y demás dejarán muchos millones. Pero la clave estará en acertar con los nuevos delanteros y dos centrales de categoría. El entrenador creo que es un acierto. Ya es algo. Más que algo, mucho. Qué más dará que el TAS no perdone al Málaga si el sustituto de Negredo se parece más a Babá que al vallecano... ¿Habría servido clasificarse para Europa? O dicho de otra forma: ¿alguien se acordará de que el Sevilla se quedó fuera si Del Nido, Monchi y Emery hacen un buen equipo y en la Liga que viene el Sevilla funciona?