NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

La psicología y el fútbol

La cabeza siempre manda. En la vida y en el deporte. Ayer vivimos uno de los peores derbis que se recuerdan. Muy poco fútbol para la calidad y la solera futbolística que se le presuponen a dos mastodontes de la historia del balompié como el Real Madrid y el Atleti. El Madrid, que tiene un partido a vida o muerte el próximo martes, reservó a la mayoría de sus titulares. Pero más allá de este dato, se intuye y se aprecia que a los blancos, ser segundos o terceros en Liga no les provoca dolores de cabeza. Todo lo que no sea ser campeón carece de demasiada importancia. Si tienes el billete para la Champions League de igual forma y teniendo el Barça el título en la mano, la motivación es escasa, incluso aunque el rival sea el Atlético de Madrid. En cierto modo puede ser entendible, pero hay jugadores que aún tienen y deben buscar su reivindicación. Hablo de un Kaká al que nunca vimos ni veremos brillar vestido de madridista. Ayer, desaparecido una vez más. Pero sobre todo de Benzema. Todos sabemos de la calidad del francés. Un jugador con numerosas cualidades para marcar diferencias y que sólo aparece de cuando en cuando. Se va de los partidos con demasiada facilidad. Se ha tenido mucha paciencia con él y salvo que aparezca milagrosamente el martes con una actuación estelar, tiene muchas papeletas para ser reemplazado por otro 9 de cara al próximo curso.

Ahora toca pensar en el Borussia Dortmund. A partir de ya, cuerpo, mente y corazón puestos en la remontada. Todo parte por creérselo de verdad y morir en el terreno de juego. Se gane o se pierda el partido, siempre nos sentimos orgullosos de nuestro equipo cuando lo dan todo.