El Celta recupera su esencia

Tocado, pero no hundido. Así se ha quedado el Celta después de pasar el particular Tourmalet de la Liga y, sobre todo, después de cuatro partidos (prácticamente cinco) sin su hombre franquicia. Porque existe un Celta bien diferente cuando está Iago Aspas. Sin él se convierte en un equipo más vulgar. Se convierten en un grupo de obreros que deben recurrir a la garra para poder alimentarse. Eso en Primera suele ser insuficiente, pero los de Abel han logrado salir con vida con ese método durante la ausencia de su guía.

A partir de ahora, los vigueses tienen más motivos para creer. Porque, además, vuelve un Iago nuevo, con ganas de desquitarse por su gravísimo error. Se ha sido muy duro con él, pero seguro que le ha servido para aprender la lección de forma definitiva. Está en deuda y Aspas siempre paga sus plazos. No tengo ninguna duda de que esta tarde se verá su mejor versión. Y precisamente en Valencia... Igual los dirigentes ches cambian de opinión y vuelven a replantearse su fichaje. O igual llegan tarde. No obstante, eso es lo que menos le importa a Iago en estos momentos. Su única misión es salvar al club de sus amores. Vuelve el Real Club Celta de Iago.