La eficacia de Marc y el impacto de secundarios
Mejor en el barro. Lo que una vez fue un jardín derivó en barrizal en la segunda mitad, un terreno que también le sirvió al Barça para ser equipo de Final Four. Llegó a estar 19 puntos arriba en el segundo cuarto por cortesía de Navarro, Ingles y Jawai pero, a conveniencia, en el tercer cuarto, nos encontramos con esa insoportable levedad de ser un espectáculo de masas en el que un equipo que pasa ocho minutos sin anotar puede ganar un partido de tal nivel e importancia. En el barro marrón oscuro sobrevivió la clorofila de Navarro y Marcelinho.
Justicia moderna. Marc Gasol ha sido elegido mejor defensor tras el recuento de votos de un panel de 121 periodistas. El termómetro de rebotes y tapones se ha quedado obsoleto. Los avances tecnológicos referidos a las estadísticas dotan actualmente de un sentido más científico (y por lo tanto más justo) a un premio como éste. Desde que se instauró en 1983, Marc ha completado la cuarta mejor marca en eficacia defensiva en una temporada (puntos que recibe su equipo con él en pista por cada 100 posesiones), sólo por detrás de Mourning (1999), Artest (2004) y Garnett (2008).
Protagonistas inesperados. Carmelo, Paul George, Chris Paul, Curry, Brook Lopez o Ibaka son algunos de los nombres más destacados de estos primeros días de playoffs. Nombres más o menos previsibles. Más sorprendentes resultan los impactos de secundarios como Chris Andersen, Kenyon Martin, Gerald Green y Patrick Beverley, jugadores que sirven para valorar a un manager general.