El Sevilla colecciona formas de perder. Lo de ayer es otro duro palo, como el derbi, y rematado con la enésima actuación arbitral decisiva en contra. La rachita sevillista es de traca. Es cierto que los de Emery fueron mejores que un triste Atlético, pero ya hemos visto infinidad de veces que eso no es suficiente para que el Sevilla gane. Sí queda patente que este equipo es cada vez más y que le veríamos más arriba de haber mediado el cambio de entrenador antes de Navidad, pero ahora lo que le hace falta son puntos y eso sólo los atrapa con la conjunción de demasiados factores, no únicamente ser mejor que el rival.

Al menos ya el sevillismo sí se va orgulloso de su equipo. Algo es algo. El camino lo ha encontrado. Decía Emery que después de este partido le gustaría que todos dijeran "ahí está el Sevilla". Hay motivos para creer que se podrá decir. En el futuro, ahora aún falta algo... a veces va vestido de negro, pero otras de blanco.