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El curioso caso de Hombrados

Hombrados fue decisivo hace un mes para que el Atlético eliminara al Berlín y pasara a los cuartos de final de la Champions de balonmano. Fue un milagro, porque salía de cinco meses de baja, pero tuvo que precipitar su reaparición ante la lesión de Sabanovic. Ayer volvió a ser determinante para que el Atlético afronte con garantías la vuelta contra el Barcelona. El Atlético comenzó a adquirir una ventaja importante a raíz de una parada suya con 20-17 en el marcador. Lo que pudo haber sido un 20-18 se convirtió en un 23-17 que acabó por romper definitivamente el encuentro a favor del Atlético. Y con 25-20, a falta de siete segundos, detuvo un penalti que dejó la diferencia en esos cinco goles que su equipo hubiera firmado antes del encuentro.

Partidos como el de Berlín y el de ayer ha tenido muchos. Pero realizarlos cuando se disponía a poner fin a su carrera resulta sorprendente. Con 41 años tenía puesta la vista más en las elecciones de la Federación Española de Balonmano, a las que se presenta mañana, que en la portería del Atlético. Pero las circunstancias le han hecho estar en los dos frentes, y con gran protagonismo. Y puede que lo siga teniendo, porque si resultara elegido presidente no tomaría posesión hasta después de la eliminatoria contra el Barcelona el próximo sábado, o quizá incluso hasta después de la Final Four (1 y 2 de junio, en Colonia) caso de que el Atlético la jugara. Buena solución. Así el balonmano no perdería un presidente, y el Atlético, un portero.