Sobre el talento y el fulgor
En el verano de 2004 el Real Madrid tenía un preacuerdo con la Real para el fichaje de Xabi Alonso (23 años) por unos diez millones de euros. El traspaso no se cerró. La razón es que tanto Camacho como Florentino estaban más interesados en Vieira que en Xabi, que terminó en el Liverpool (el francés siguió en el Arsenal hasta 2005). Cinco años después, el Madrid compró a Xabi por 30 millones. Hoy, cuatro años más tarde, y reconocido Alonso como una pieza clave en el equipo, nos encontramos ante la incertidumbre que provoca su resistencia a renovar (acaba en 2014).
Es razonable que el Madrid busque alternativas de futuro para el mediocampo y alguien (Mourinho, Pardeza, Varane) demuestra muy buen gusto fijándose en Kondogbia. Su estreno en el Bernabéu, especialmente su primera parte, fue imponente. Sin embargo, temo que el fulgor de lo extranjero vuelva a provocar el desprecio por el producto nacional. Kondogbia será bueno, muchísimo, pero Beñat (por no buscar más allá de Sevilla) ya lo es. Hablamos de un futbolista con capacidad demostrada para dirigir a un equipo, internacional, de 26 años, y cuyo precio no excedería los 18 millones de euros. Hablamos de no llegar tarde otra vez.